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Dean Encuentra Oro en Canton

Durante su presentación del jugador de Salón de la Fama, Fred Dean, Eddie DeBartolo, quien fuera dueño de los 49ers, compartió jugada a jugada del cambio de San Francisco con San Diego y los días subsequentes que llevaron al debut de Dean en los colores rojo y dorado.

"Cuando Bill Walsh se enteró de que los Chargers estaban dispuestos a cambiar a Fred, vino a mí como un niño con su ojo puesto en el mejor regalo de Navidad posible. Verán, Bill tenía en mente algo diferente para Fred, algo completamente revolucionario", dijo DeBartolo.

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El plan de Walsh era simple. Tomar al jugador del Tazón de los Profesionales y utilizarlo para presionar al pasador ocasionalmente. Se diría fácil, pero en ese tnonces, jugadores con diversos roles simplemente no existían.

No obstante, DeBartolo dijo que Walsh alardeó con él la noche anterior al partido contra el rival Cowboys, diciéndole al dueño: "Espera a que veas lo que haremos con Fred mañana".

Pero Walsh cantó una canción diferente a todas las demás.

"En esa maravillosa forma manipuladora de él, hizo público que Fred no sería un factor", dijo DeBartolo. "De hecho, le dijo a John Madden, quien estaba a llevando el juego, que Fred no jugaría mucho, si no es que nada. Oh, vaya que jugó. Capturó a Danny White tres veces. Ganamos 45-14".

En efecto, Walsh hizo una buena jugada sobre Madden, los Cowboys e incluso Dean.

"El entrenador me dijo que podría participar en 8 a 10 jugadas, 12 si tenía suerte", recordó Dean. "Me dijo que estaba preocupado por mi acondicionamiento y cuando me dijo eso, nunca creí que tendría tanto que hacer esa noche. Pero, terminé jugando casi todo el partido. Después me dijo que mi acondicionamiento estaba simplemente bien".

Pero Walsh no era el único con trucos bajo la manda. Dean también tuvo su propio hábito de sorprender a la gente a lo largo de su carrera en la NFL.

El Jugador de los Bengals del Salón de la Fama, Anthony Munoz, recordó este fin de semana la primera vez que vió a Dean en video. Munoz era un novato en ese momento, y Dean aún jugaba con el uniforme azul y dorado.

"La semana de preparación previa al juego contra los Chargers, estuve preguntando sobre Dean a los linieros que habían estado ahí el año anterior a ese", dijo Munoz. "Corría la cinta adelante y atrás y decía '¿Es Fred Dean realmente tan rápido, o es el tipo de cinta en que las cosas se ven a más velocidad?', decía '¿Cómo un hombre de ese tamaño puede ser tan rápido y tan fuerte?'"

Aunque no de un gran tamaño, Dean poseía raras velocidad y fuerza que lo hicieron virtualmente imparable.

"Creo que mucha gente se estaban saboreando antes de jugar contra mí porque pensaban que yo era muy pequeño", dijo Dean. "Creo que sorprendí a la gente".

Dean recibió la última evaluación por parte de sus colegas en febrero pasado, cuando fue votado para la Clase de 2008, y la noche del sábado, se convirtió oficialmente en el 13o miembro de la organización de los San Francisco 49ers en ser consagrado en el Salón de la Fama del Football Profesional.

El profundo de los 49ers del Salón de la Fama, Ronnie Lott, quien fuera compañero de equipo de Dean, consideró esto un merecido honor, y reconoció que era un hecho el que la defensiva ayudó a allanar el camino de San Francisco hacia su grandeza.

"Fred es considerado ahora uno de los mejores, uno de la élite, uno de los grandes de todos los tiempos", dijo Lott. "El era nuestro Lawrence Taylor. Pienso que lo grandioso de lo que Fred podía hacer cuando estaba con los 49ers, es que estableció nuestra defensiva. El hizo nuestra defensiva. Sé que yo no habría podido usar este saco amarillo si no hubiera sido por tener a una persona como Fred Dean en el campo de juego con los San Francisco 49ers".

Muchos de quienes fueron compañeros de Dean, hicieron el viaje a Canton, incluyendo al receptor abierto Freddie Solomon, quien dijo que no pudo permanecer en su asiento porque estaba muy nervioso por el discurso de su amigo".

"Fred era muy tranquilo pero siempre supe lo divertido que era", dijo Solomon. "Siempre tenía a la gente riendo. Pero yo estaba nervioso. Es como prepararse para un juego. Tienes ese nerviosismo previo. Estaba esperando y deseando que pudiera hablar del mismo modo en que jugó, y así lo hizo".

De hecho, después de haber sido descrito previo a la fiesta como un hombre tímido, tranquilo y gentil, Dean de nuevo sorprendió a la gente, comprobando que es uno de los oradores más entretenidos.

Al menos diez o quince minutos después de iniciar su discurso, Dean se detuvo de pronto y confesó: "Lo uqe pasa es que he dejado mis lentes y no puedo ver mis palabras".

Un veterano del Salón rápidamente ofreció sus lentes, los cuales Dean acercó a sus notas, y respondió "Creo que va a funcionar, perro".

El que fuera linebacker de los 49ers, Keena Turner, sentado al centro con una gran cantidad de ex-alumbos de los 49ers, estalló con una carcajada ante ese particular señalamiento.

"Fred hizo un gran trabajo", dijo Turner. "Eso es lo más que lo he oído hablar. Fue muy elocuente y fue algo directo de su corazón, algo muy significativo que provocó mis lágrimas".

Continuó diciendo, "Creo que lo que más me pegó fue la sinceridad sobre las personas que han tocado su vida - sobre Bill Walsh y lo mucho que significó para él venir a los 49ers. Dijo que había nacido en San Diego, pero que realmente había cobrado vida en San Francisco, y cómo empezó algo increíble para nosotros, porque fue la pieza final cuando vino a San Francisco y realmente se convirtió en un jugador dominante para nosotros a la defensiva".

En su discurso, Dean describió el traslado a San Francisco como encontrar su arcoiris.

Después de 18 años de consideración, el Salón de la Fama del Football Profesional finalmente permitió a Dean encontrar la olla de oro al final del arcoiris, en más de una forma.

Literalmente, en la presentación de su saco dorado del Salón de la Fama, y de manera figurada, en la riqueza que lo acompañó a lo largo del fin de semana.

Aunque se detuvo en varias ocasiones cuanto estaba por finalizar su discurso para controlar sus emociones y abstenerse de llorar, Dean no pudo evitar ser abrumado cuando fue rodeado por sus amigos y miembros de su familia en la fiesta posterior.

"Este momento para mí - Sentí mucho amor en esa sala, y con todo ese amor, no hay nada que pueda superarlo", explicó Dean. "Me sentí grandioso. Es el punto culminante de mi vida".

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